CICLO DE AUDITORÍAS INTERNA-EXTERNA 2013
2º AÑO DE SEGUIMIENTO, DEL 3º CICLO (cada ciclo tiene 3 años)
En este mes de febrero, hemos cumplido el ciclo de auditorías del curso 12/13, la interna el 5 de febrero y la externa ayer día 19 de febrero. Por supuesto mantenemos el certificado de calidad ISO 9001:2008 por la certificadora oficial Bureau Veritas (www.bureauveritas.es), lo digo con legítimo orgullo, pues no creáis que es tan frecuente en estos tiempos encontrar colegios – o empresas de cualquier ámbito- que mantengan la calidad hasta las últimas consecuencias.
Los equipos directivos, los claustros de maestros y profesores y el PAS (personal de administración y servicios), todos, hemos trabajado mucho para lograr dar una imagen fiel de lo que el colegio es. En especial el grupo coordinador de calidad. A todos hay que felicitar una vez más, puesto que los resultados han sido especialmente satisfactorios este año. No ha habido ninguna “no conformidad” que es el farolillo rojo que tanto nos asusta a veces, y sí ha habido múltiples sugerencias de mejora para los próximos cursos, lo cual está bien porque nos mantiene en camino. Pero lo especial de este año es que a pesar del tiempo –desde junio de 2.005- los auditores se sorprenden, o mejor se alegran, del buen ambiente de trabajo -en los claustros- y del buen clima de aprendizaje – en los alumnos- que se respira en el colegio, y dicen que es fruto del esfuerzo, la implicación, y el compromiso de la organización en ser cada vez mejor.
Si me lo permitís, ya que la nueva Revista del Cole necesita en sus inicios de muchas aportaciones de todos en el cole, y para aquellos que estéis menos familiarizados con el asunto, os hablaré de lo que supone un certificado de calidad ISO 9001/2008 y los sistemas de gestión de la calidad aplicados a los centros educativos.
“Cada maestrillo tiene su librillo”… todos lo conocéis, es un célebre dicho popular que describe con cierta ironía el abnegado y meritorio trabajo de tantos maestros y profesores de todas las épocas, incluso universitarios, que han hecho de su desempeño docente una suerte de sapiencia personal, casi un arte, intransferible. Maestros que nos han embelesado con sus clases y han ilustrado nuestra mente, y de los cuales guardamos agradecido y cariñoso recuerdo porque sin duda nos han ayudado a ser buenos profesionales y por qué no, mejores personas. También algunos, los menos, que gracias a esa opacidad, pues han sido menos… en fin, también los recordamos.
Pero con el tiempo nuestra sociedad va cambiando y va evolucionando generalmente a mejor. Decir esto en 2.013 suena a chiste, porque padecemos años desde 2.007 muy difíciles y cuesta percibirlo así. Pero en general, si miramos con una perspectiva larga en años, por ejemplo desde 1.959 año en que Don José lluch funda la escuela parroquial y nuestro colegio inicia su andadura en los años 60, dos son los cambios profundos que percibimos y que más inciden en nuestro quehacer diario; la exigencia social de niveles mejores de educación y el aumento o proliferación de la oferta escolar.
No es lo mismo cuando había en Alboraya una única escuela pública de niños, a hoy. Tampoco es lo mismo cuando había una única universidad en Valencia, a ahora. Miremos nuestro querido “Institut”, que fue filial de Bachillerato, y ejerció casi en exclusiva desde Rafelbunyol a Benimaclet durante muchos años. La escuela era la escuela y no había más planteamientos. Y los resultados de estas escuelas no eran malos, al contrario eran muy buenos, como prueba están muchas generaciones de alumnos bien formados que hoy son personas íntegras cada uno en lo suyo, como ya he dicho. Pero eran suma de grandes individualidades, y me doy cuenta que las individualidades sólo, hoy no sirven. Mejor dicho sí sirven, si van acompañadas de la garantía de la Institución a la que pertenecen. Si van sumadas, al potencial común con un método claro y coherente que sea garantía de éxito colectivo. Como en el fútbol, la fuerza del bloque. Lo explico mejor.
Hoy, la exigencia sobre el sector de la enseñanza en general es cada vez más fuerte. Nos suenan términos como “pruebas diagnósticas”, “informe PISA”, “selectividad”, “plan Bolonia”, listados en prensa de colegios excelentes, etc. y creo que debe ser así por la importancia de la labor educativa y la responsabilidad que frente a la sociedad asume el mundo de la educación.
A la vez, y visto con la citada perspectiva del tiempo el progreso económico y social está permitiendo la creación de nuevas escuelas de todo tipo, y está haciendo que las posibilidades de elección de centro educativo por parte de las familias, sean cada vez mayores. Y, en este sentido se hace necesario ofrecer en el “mercado” una alternativa, un producto que sea perfectamente identificable y distinto, de cuya calidad responda la Institución.
Las familias quieren lo mejor para sus hijos y en consecuencia eligen colegio cuando confían en él, la decisión es difícil puesto que entregan para su educación lo mejor que tienen, a sus propios hijos. Y tal confianza, no surge por las individualidades, porque está tal o cual maestro, fundamentalmente lo hace por la afirmación de la institución educativa entorno a sus propios principios, porque es posible identificar un estilo educativo, porque hay una línea pedagógica visible basada en la claridad de un método educativo común, por la fiabilidad de los resultados obtenidos medidos en series estadísticas de aprobados, selectividad, etc. y por el compromiso en querer hacer las cosas cada vez mejor, todos. De todo ello, responde ante la sociedad, la institución, en nuestro caso el colegio y la Parroquia.
Por ahí van los tiros, eso es básicamente lo que significa para nosotros “la calidad”. La potencia del trabajo en equipo y del método, que sume todas las capacidades. El trabajo hacia un estilo educativo común que sea definitorio de nuestro Col.legi Parroquial Don José Lluch.
El sistema de gestión nos ofrece muchas herramientas para conseguirlo. Planificamos hacia dónde queremos ir y cómo lo vamos a hacer, luego actuamos en consecuencia, medimos los resultados y evaluamos, y finalmente el sistema se cierra con las conclusiones y el compromiso de la mejora. Hemos definido unas líneas de visión o de desarrollo, que han de marcar las tendencias en los próximos años. Las más importantes son; la preocupación por potenciar el plurilingüismo, por la consolidación del uso de las nuevas tecnologías, la calidad formativa y en valores cristianos, y el acompañamiento de alumnos y familias desde la tutoría y orientación.
Y luego el día a día, durante el curso se trabaja con manuales de calidad, que no son sino la concreción por escrito de las tareas que todos debemos hacer y que recogen las mejoras vamos logrando gracias a la reflexión propia y sugerencias del entorno. Los manuales describen cada proceso; acción docente, tutorial, orientación y pastoral, y los procesos de acompañamiento y logística que permiten todo lo anterior.
Para terminar, deciros que tener implantado un sistema de gestión de la calidad significa para todos nosotros, todo el colegio, principalmente un COMPROMISO. Para gestionar nuestros servicios educativos y pastorales con un método común basado en el orden y la planificación, el contraste, y la mejora continua. Y ese compromiso, está abierto va progresando y tiene miras al futuro, porque somos más que nunca necesarios a nuestro pueblo, y esperamos poder seguir educando y formando a muchas nuevas generaciones de niños y jóvenes.
Una vez más, ¡GRACIAS A TODOS¡
Cristóbal Martínez Cardona
Gerente del colegio y Profesor de Economía