A ritmo de las palabras. D… de detalles

Podíamos destacar como curiosidad o entretenimiento,  algunos detalles  poco  o nada  conocidos fuera del ámbito  escolar:

 1-       Dar clase es un excelente método de adelgazamiento, puesto que cada hora hay cambio  de  aula, lo cual supone subir y bajar escaleras, incluso ir de un edificio a otro a toda prisa, cargado  además de materiales y trastos. Se activa la circulación, se mantiene el peso y se agiliza la  musculatura con eso de inclinarse ante la mesa, estirarse en la pizarra, o acuclillarse ante el  lugar de trabajo del alumno. Claro está que se recomienda practicar ejercicios de tobillos, tipo  punta – talón, para evitar las varices de toda tarea que se realiza básicamente en pie.2-      El colegio es en realidad un gran teatro y el profesor un actor. No importa si duele la cabeza  o qué problemas lleve uno a rastras, al entrar en el aula  empieza el espectáculo y hay que estar alerta y en posición: se sitúa uno frente a un montón de ojos y es revisado  de la cabeza a los pies y, tiza en mano, todo aquello que diga, realice, gesticule, aparente…, será copiado, imitado, ridiculizado o susurrado; y cualquier comentario o tontería que se le ocurra decir, la conocerá todo el instituto antes de finalizar la jornada.

3-  Ojo con la peligrosidad laboral:

a-       Se recomienda esperar y no bajar las escaleras cuando suena el timbre al finalizar   las clases: puede uno  perecer de aplastamiento por una masa de cuerpos  jubilosos que en  avalancha inundan los escalones.

b-       El patio es un campo de batalla, y cruzarlo  una carrera de obstáculos a salvar a toda  prisa y mirando a todos lados: las pelotas surcan el aire por doquier, amenazando  golpetazos de narices; hay seres pequeños que corren cual rayo impetuoso, ajenos a  todo aquello que no sean sus juegos, tropezando con todo objeto que entre en su  campo de acción. Y hay que  ir sorteando gomas, y niños saltando en ellas, canicas y  latas futboleras, y bolas que se lanzan unos contra otros….ah, y las cuerdas en  primavera para celebrar la tarara.

c-       Un arma mortífera a tener muy en cuenta es la mochila. Parece inofensiva y mona  a simple vista, pero cuidado que el de delante no se pare de repente y te des de  narices con ella. Y peor aún de sufrir, las torsiones o giros súbitos del porteador  mochilero, que dejarán planchada a la víctima lateral o la lanzarán a la otra  esquina.

d-       Se recomienda también vigilar el paso bajo determinadas ventanas, de las que

curiosamente  pueden caer objetos varios, desde tizas, bolis o papeles, hasta  cuadernos y libros. Y, por supuesto, suelen recibirse desagradables sorpresas si hay   concurso de escupitajos.

4-     Nada mejor que el cole para practicar los valores y asentar los hábitos sociales:

–          La entrada: “tira pallá imbécil que este es mi sitio”(para sentarse en el aula)

–          El saludo cariñoso: “oye tía…, ¿tú de qué vas?”

–     El saludo  matutino: UUAAH! … (bostezo) “el árbitro nos pifió el gol”.

–          El respeto mutuo: “es que éste es un tarao”.

–          La responsabilidad  en las acciones: “¿yo?…. ha sido ése”.

–          La amistad: “con ése no me pongo que es un pijo”.

–          La limpieza del medio: “¿y qué si tiro el papel?… ¿para qué están las limpiadoras?”

–          La ciudadanía: “¿has visto?… han roto las bisagras de la puerta.”

–          El compartir. “pues  como toques mis cosas te enteras…”

–          La realización de las tareas: “¿qué?  ¿no era para la semana que viene?”.

–          El valor del trabajo: “si apruebo me compran la moto”.

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